El sonido del timbre las saca de sus pensamientos.
-Chicas, el timbre, vamonos que tenemos examen.
-Si...
La mirada de Sara se pierde sin rumbo en aquellos ojos negros. Las demás la miramos. Su carita parece como un rayo de sol, como un nuevo día esperando que haga buen tiempo, como cuando todo sale bien. Nosotras nos miramos confirmando lo que ella misma ha dicho, se ha enamorado. O por lo menos eso dicen sus ojos, que brillan como nunca.
-Sara, estas embobada. -dice Cristina dándole en el hombro.
-Lose. -contesta ella.
-Podrías dejar de mirar a ese chico, lo primero no sabes ni quien es ni como se llama....No te enamores de él, vas a pasarlo mal.
-Pero Cristina, que hago? Me arranco este sentimiento que tengo aquí en el corazón y lo tiro a la basura?
-No Sara, pero ya sabes lo que se dice, es mejor olvidar. Además el destino dirá lo que pasa...
-No, el destino ya lo ha dicho todo. Cuando las cosas pasan, pasan por algo.
Y no puede dejar de darle la razón a su amiga. Cristina gira la cabeza y deja de hablar mirando a las demás. La mirada perdida de Sara mira a otro lado. Entran a clase, calladas sin inmutar palabra, olvidando que su amiga se enamoro de aquel chico de ojos negros. De aquel chico que la enamora, pero que no sabe ni como se llama. Aquel que ahora mismo habla con otra chica a través de la ventana de su clase. La rabia empieza a recorrer las venas de Sara. Su amiga la ve apretar los labios y casi romperse en mil pedazos.
-Sara, estas bien? -dice Laura.
-Si, si, si...-dice ella apartando la vista de la ventana.
Su amiga la observa. Sabe que pasa algo. Algo que no se puede decir, que realmente duele, y no poco. Y es que cuando alguien se enamora, pasa eso. Que te pierdes en lo más profundo de su mirada. Que tus amigas no saben como decirte que te olvides de él, que por favor que te olvides su sonrisa, y de aquellos hoyuelos que le salen al sonreír, que te olvides de cuando el viento le alborota el pelo. Pero ella, ahora mismo no puede pensar. No puede pensar. No puede. Es demasiado ya enamorarse de una persona a la cual no le importas ni lo más mínimo. Pero cuando pasa , pasa. Que esta mierda de vida es la que te ha tocado vivir.
21:00 de la tarde.
-Bueno Sara, nos vamos ya a nuestras casas que llevamos toda la tarde por ahi! jaja -dice Ana.
-Jaja vale, hasta mañana!
-Adiós ! -responden las 4 a la vez.
Marta mira a Sara y corre hacia donde esta ella.
-Se llama José.-dice Marta sofocada.
-¿Quien?- pregunta Sara..
-Aquel que te enamora.
-Y como lo sabes?
-Me lo dijo una chica, que su hermana lo conoce.
-Gracias.
-No des las gracias, ya que te enamoras, enamorate con detalles. -Marta le guiña un ojo.
Marta le grita a Laura que la espere, mientras que sonríe y corre a la vez. Las cinco amigas de despiden. Cada una a una dirección diferente. Cada una a un destino indescifrable. Cada una a esa batalla llamada vida. La revolución no ha hecho nada mas que empezar, es solo el comienzo.Pero por lo menos, hoy abra un nuevo nombre en el corazón de una de ellas, JOSÉ.
