Los que me hacen sonreír.

miércoles, 20 de julio de 2011

Capitulo 6: Corazones hundidos en la miseria.

Estas cinco amigas sueñan con tocar el cielo, cuando apenas han podido sobrevivir en la tierra.
Los días pasan y el amor traspasa sus sentidos. Rápidos. Veloces. Sin pausas. Y entonces pierden la cabeza. 
Ana, se pierde en su 29 de Noviembre, el día que el destino como suelen decir, le hizo coincidir con Diego.
Laura suspira una y otra vez por el chico que acompaña a los otros que que tienen enamoradas a mis amigas. Marta, bueno que decir de Marta... Se enamora y se desenamora por miedo a quedarse enganchada a uno solo, por miedo a no saber como responder a los otros.
Hector. Su querido Hector la mata.
Y el tiempo pasa y como dicen, nos vamos volviendo locos. El nuevo año llega, con el los nuevos deseos, nuevas sonrisas, nuevos ánimos para seguir adelante. Y sigue pasando tiempo, y se termina un curso. Y llega el verano 2011.
Y pasa que la vida se revoluciona y la gente se arrepiente. Mientras que Cristina parece una magdalena, Ana intenta recordar sin que duela que Diego se ha ido fuera de su vida, Sara intenta no matar a todas las guarras que se acerquen a escasos centímetros de él, y Marta se siente como una mierda. 
Porque el destino le ha intercambiado los papeles y le ha tocado probar con Rafael, aunque ella no quiera. No quiere ver sufrir a su amiga. Prefiere dejarlo todo y seguir adelante. Quiere una maquina del tiempo. Eso es. El tiempo...Bueno dicen que el tiempo todo lo cura, hasta lo peor.
Pero ahora mismo, un corazón se siente como una puñetera mierda, otro llora, el otro critica a el corazón puñetero, la otra todavía ni lo sabe, y él corazón de la de más allá no sabe que decir.
Líos de amores. Líos de vida. Líos de mierda. 
Que se acabe esta maldita vida.- piensan a la vez. 
Y en el fondo, ese que no se ve, sonríen. Poco, pero sonríen. Porque aunque duela, sonríen, son fuertes y eso es lo que las hace especiales, que al vida les ha echado toda la mierda a ellas, pero saben como salir de allí con clase, con la cabeza bien alta, aunque ellos las debiliten.
Pero a la vez, las miradas de arrepentimiento aparecen. Y Marta pide perdón 80000 veces. Cristina parece perdonarla, pero no quieren perder su amistad y todo por un chico.
Porque como dicen, en el momento menos pensado, todo se jode.